Hace unos días escribimos el primer consejo para dormir bien. La televisión. Hoy seguimos con los consejos para dormir bien. En esta entrada vamos a hablar de la importancia de los ritmos propios.
Tenemos varios ritmos, existe el ritmo del cuerpo, los ritmos de los órganos, los ritmos emocionales y los ritmos mentales. Vamos a intentar poner ejemplos para poder explicar esto. En música el ritmo se define como la proporción guardada entre el tiempo de un movimiento y el de otro diferente. Y esta es la definición en la que nos vamos a basar para poder construir nuestro planteamiento.
Habitualmente solemos dar prioridad a uno de los ritmos antes citados. Sea por nuestro trabajo, o por nuestro carácter es común tener una frecuencia alta en uno de los ritmos y una frecuencia baja en los demás. Cuando ocurre esto es muy difícil conciliar el sueño. El ejemplo más común es cuando tenemos un trabajo dónde se nos exige que el ritmo de la mente vibre en una frecuencia alta mientras el ritmo del cuerpo está prácticamente parado. Es el ejemplo de una persona que trabaja en una oficina. También tenemos el ejemplo contrario, todos aquellos trabajos que exijan un exceso de ritmo corporal mientras el ritmo mental se reduce prácticamente a repetir una y otra vez lo que se ha aprendido. Este caso podría ejemplificarse en la persona que trabaja en una cadena de montaje.
Lo bueno es que el cuerpo y la mente suelen tender al equilibro, siguiendo uno de los principios en los que se basa la osteopatía, la autocuración u homeostasis. Lo importante es ver cómo se produce esa vuelta al equilibrio, y si es necesario, ayudarla.
Muchas veces vemos a personas de oficina que si no van a correr o al gimnasio después del trabajo no son personas. Y esto es verdad porque al salir del trabajo su mente, en una escala de 100, estaría vibrando entre 85 y 90 (algunos), en algunos trabajos el ritmo emocional también tiende a estar subido, mientras que el cuerpo básicamente está en 20. Esta falta de sincronización produce un estrés al organismo, como si la cpu del organismo estuviese trabajando al 90% ya que debe igualar las dos frecuencias. Esas personas, al ir a a correr, lo que están haciendo es subir el ritmo del cuerpo y al mismo tiempo bajar el ritmo de la mente, ya que corriendo o practicando algún deporte el aporte en concentración lleva a equilibrar.
El equilibrio entro los ritmos nos permite dormir bien.
Otro ritmo muy importante es el de los órganos y los ritmos circadianos. En este blog hemos hablado detenidamente en las entradas Los Ritmos Circadianos y el Trastorno del Sueño - Gran explicación en Pseudópodo, Ritmos circadianos - El ciclo del día a día, si quieren más información a ellas me remito. El ejemplo más claro sería el Jet-Lag, y uno de los métodos más efectivos para evitarlo es comer muchas veces y poca cantidad durante el viaje, de forma que engañamos al organismo.
Para sincronizar el ritmo de los órganos seguir una rutina sería lo ideal. Hacer las comidas siempre a las mismas horas, intentando que esas comidas sean similares, evitar un día comer un sandwich y al día siguiente un menú de dos platos y postre para volver al día siguiente a un sandwich. Un comer rutinario va a producir un equilibrio a nivel orgánico, lo que nos va a reajustar los diferentes relojes de cada órgano, como por ejemplo a la hora de ir a hacer de vientre.
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