Carta 72
He dicho a una de esas personas de pretensiones espirituales, pero cuyos corazones están llenos de rencor, envidia, arrogancia, ostentación, vanidad, avaricia, codicia y otros vicios de la misma clase: “Sana tu corazón y reduce el número de tus plegarias y de tus otros actos. Cumple solo las plegarias obligatorias y las obras superogatorias más recomendadas, sin añadir nada, pues multiplicar los actos no te servirá de nada en tanto que tu corazón esté viciado.
Es la buena salud de tu corazón la que te será provechosa, además del cumplimiento de las obligaciones divinas, y gracias a la menor obra adicional, el asunto te será favorable. Por más que ayunes durante el día y pases la noche en plegaria, o digamos a pesar de las obras religiosas que realices durante largo tiempo, todo eso no tiene ningún provecho para ti, si tu corazón está enfermo y estás absorto en lo censurable. ¡Que Dios nos preserve de tu estado y del de tus semejantes!”
Cartas del sheij
Al-'Arabî Ibn Ahmad al-Sharîf ad-Darqâwî
(Una de las cartas del Maestro de una de las más importantes táriqas sufíes del Magreb, a sus discípulos, como una forma de instruirlos en el camino espiritual. En ellas se recogen las enseñanzas de su maestro, el sheij Abû-l-Hasan Sîdî 'Alî Ibn Sîdî 'Abd ar-Rahmân al-Hasanî al-'Amrânî, conocido como "Al-Yamal", que falleció en la ciudad de Fes el año 1193.)
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