La osteopatía craneal nace en Estados Unidos, de la mano de William Gardner Sutherland. Sutherland fue alumno de la primera escuela de Osteopatía inaugurada por su maestro Andrew Taylor Still en 1892 en Kirksville, Missouri (Escuela Americana de Osteopatía); y estudió la anatomía del cráneo durante más de 30 años; es el Padre de la Osteopatía cráneo-sacra.
Todo empezó cuando a Sutherland, estudiando la anatomía del cráneo, le llamó la atención el intrincado biselaje de las superficies articulares de estos huesos y le asaltó un pensamiento “Biseladas como las agallas de un pez; ¿indican también un movimiento articular para la respiración?” Durante 30 años experimentó sobre su propio cráneo con un mecanismo que él mismo inventó. El aparato le permitía hacer presiones en determinados huesos del cráneo, dejando los otros libres y estudiaba su movimiento (pobre hombre, en aquella época no había microscopios electrónicos, y la presión que hacía era muy superior a la aconsejable).
Estos experimentos le llevaron a demostrar que, gracias a las suturas, los huesos del cráneo pueden moverse: es evidente que no se mueven de la misma forma que la articulación de una rodilla o de una vértebra. Sin embargo, el hueso vivo es flexible y permite un cierto grado de deformación mínima en su estructura.
A este conjunto de movimientos que experimentaban los huesos del cráneo lo llamó como Movimiento o Mecanismo Respiratorio Primario (MRP). El término mecanismo o movimiento pretende expresar la combinación de partes óseas en contacto, articuladas de una manera determinada y para un fin concreto. La palabra respiratorio se emplea porque asocia el movimiento a un ritmo regular de dos tiempos, análogo a la respiración pulmonar. Estas dos fases son: la fase de expansión y la fase de contracción (Flexión- extensión, rotación interna-rotación externa). La expresión Primario fue concebida por Sutherland al considerar a la respiración pulmonar como secundaria, en el sentido que aparece en el momento del nacimiento, mientras que el MRP aparece en el 4º-5º mes de vida uterina, con el reflejo de succión, y persiste después de la muerte, percibiéndose aún por un espacio de tiempo entre 15 minutos y 2 horas, mientras dura su inercia.
CONTINUARÁ... Descubrimientos de John E. Upledger, ...
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