Artículo que continua el artículo publicado en este blog, Reorganización tensorial craneal (I), y artículo publicado en la revista de la Federación Española de Terapias Naturales y no Convencionales confenat, sobre la Técnica de Reorganizacion tensorial craneal desarrollada por Raúl Guzmán Mora
Redactado por:
Raúl Guzmán Mora, titulado superior en Terapias Naturales, en las especialidades de Osteopatía y Naturopatía. Es especialista en Osteopatía Craneal, y autor del libro "la Terapeutica del Movimiento".
Raúl Guzmán Mora, titulado superior en Terapias Naturales, en las especialidades de Osteopatía y Naturopatía. Es especialista en Osteopatía Craneal, y autor del libro "la Terapeutica del Movimiento".
Reorganizacion tensorial craneal (II)
- 1º El practicante sentado a la cabeza del sujeto con los codos apoyados en la camilla, las manos toman contacto de la siguiente manera:
Las palmas de las manos se sitúan a ambos lados de la cabeza (sobre los huesos parietales), los dedos pulgares se extienden por la zona frontal de la cabeza (sobre el hueso frontal) y el resto de los dedos toman contacto con la parte lateral y superior de la cara, dejando los dedos índices a la altura de las sienes (alas mayores del hueso esfenoides), mientras los dedos meñiques toman contacto por delante de la oreja (articulación temporo mandibular), dejando a los dedos medios e índices en el medio
Si todo va bien, el movimiento que notaremos será el siguiente y de esta manera: los dedos pulgares controlarán el hueso frontal escuchando cómo en la flexión avanza hacia delante en sentido caudal y postero anterior en dirección al techo, abriéndose de sus dos hemilados en su porción esfenoidal (articulación fronto esfenoidal) en dirección postero anterior; los dedos medios, anulares y la punta de los índices escucharán los huesos maxilares, reconociendo cómo en la fase de flexión éstos realizan una rotación externa, abriéndose hacia fuera desde su porción externa (articulación cigomático maxilar), yéndose en dirección postero anterior, abriendo los espacios articulares de los huesos cigomáticos con respecto a los maxilares y los maxilares abriendo el espacio articular en su relación con el hueso etmoides, lacrimales, nasales y hueso frontal; los meñiques en la mandíbula podrán apreciar el deslizamiento de la mandíbula en sentido caudal y cómo sus cóndilos se abren hacia fuera despegándose de los huesos temporales en la fase de flexión, haciendo todo lo contrario en la fase de extensión.
Esta maniobra controla no sólo el movimiento del frontal, de los maxilares y de la mandíbula, sino que también estará controlando las tensiones que hay a nivel del hueso etmoides, permitiendo detectar las posibles disfunciones que pueda haber en la hoz del cerebro, a la altura de su inserción en la crista galli del hueso etmoides, así como las tensiones de la tienda de la hipófisis.
Nos encontramos con una maniobra de uso general, una maniobra chivata que nos avisará de las disfunciones que haya en el sistema vertical craneal, disfunciones que se encontrarán siguiendo una línea recta desde el hueso vómer hasta la unión de los huesos parietales con el hueso occipital (bregma), de manera que la utilizaremos tanto para realizar una reorganización tensional craneal como para normalizar la disfunción mecánica de los huesos que escucha, sin olvidarnos de que todas las maniobras de palpación pueden ser de carácter de escucha y también de tratamiento.
Cualquier cosa que nos surja con respecto a estos huesos y al sistema membranoso se trabajará sobre la marcha desde la misma puesta en posición que encontramos en la foto.
A la palpación nos podemos encontrar con que todo vaya correcto, pero también con que:
A/ Podemos encontrarnos con un movimiento errático, sin definir. Entenderemos que este movimiento está producido por tensiones encontradas en la duramadre craneal, o bien por algún bloqueo específico, encontrándonos así con una compensación propia del sistema membranoso Pero también podremos encontrarnos con unos movimientos asíncronos y desacompasados fruto de disfunciones de sincronización entre los huesos pares y los impares. En ambos casos, la normalización la haremos de la siguiente manera:
En una primera fase de la normalización sujetaremos los huesos que escuchamos para en una segunda fase abrir sus superficies articulares. Así pondremos en evidencia el punto específico de tensión.
En esta fase de la normalización podremos sentir cómo en alguna zona, en alguna parte de donde estamos escuchando, hay movimientos como de empuje en direcciones anárquicas, circulares, como hacia ningún lado; estaremos en el momento, en el espacio de la normalización, en la zona donde lo que nosotros propiciamos hace responder a la estructura, a lo que podríamos llamar una fase de reflexión del estado en lesión y de cómo encontrar el camino al estado de normalidad o de salud
Deberíamos sentir cómo poco a poco las tensiones se van dispersando los movimientos erráticos se suavizan y el Movimiento Respiratorio Primario empieza a surgir con una cadencia y ritmo constantes. De no ser así no nos obcequemos: transcurridos 4 o 5 minutos abandonaremos la maniobra pasando a otra y, si es necesario y las llamadas de atención lo requieren, lo volveremos a intentar, esta vez seguramente con más éxito.
B/ Es probable que la llamada de atención se centre en algún hueso o huesos específicos; en este caso tendremos que centrarnos en la estructura en cuestión.
- 2º Practicante sentado a la cabeza del sujeto, con los codos apoyados en la camilla toman contacto con la cabeza del sujeto de la siguiente manera:
Las manos toman contacto a ambos lados de la cabeza del sujeto (huesos parietales), los dedos pulgares se sitúan en el nacimiento del pelo (hueso frontal), los dedos índices y anulares en la cuenca de los ojos, el dedo anular a nivel del pómulo (hueso cigomático), los dedos meñiques se proyectan a lo largo de las patillas (articulación temporo- mandibular).
El Movimiento Respiratorio Primario se manifestará de la siguiente manera: los dedos pulgares se elevarán en sentido postero anterior empujados por el hueso frontal, los dedos índices sentirán cómo se adelantan, dándonos la sensación de que la punta de los dedos emergen en dirección al hueso etmoides, fruto del movimiento del hueso frontal junto con los maxilares, nasales, lacrimales y etmoides; los dedos medios realizan una rotación externa al igual que los dedos anulares siguiendo el movimiento de rotación externa de los huesos malares, los meñiques realizarán también una rotación externa sintiendo como si la punta de los mismos se introdujeran en la articulación temporo mandibular; todo esto sucederá en la fase de flexión, llenado, en la fase de extensión sucederá exactamente lo contrario. De no ser así puede pasar que:
A/ Al igual que en la maniobra anterior encontremos una serie de movimientos erráticos, sin definir, de ser así, haremos una intención de separación de los dedos de nuestras manos, de esta manera se pondrán en evidencia las tensiones que hay en el espacio de cada superficie articular que estamos palpando
B/ También nos puede dar una llamada atención de algunos de los huesos que estamos palpando en esta maniobra, de ser así, realizaremos la palpación específica de ese hueso y si es necesario procedemos a la normalización del mismo.
3º El practicante sentado a la cabeza del sujeto con los codos apoyados en la camilla realizará palpación con ambas manos en los hemilados del cráneo. Los índices por delante de la oreja (articulación temporo-mandibular por debajo de la apófisis cigomática del temporal), dedos anular y meñique en la base de la cabeza (escama occipital), mientras que los pulgares en contraposición respecto a los dedos índices se sitúan en la parte frontal y superior de la cabeza (hueso frontal y parietales).
El movimiento encontraremos será el siguiente: el dedo índice y medio sentirán el Movimiento Respiratorio Primario del hueso temporal el dedo anular y meñique sentirán en el occipital el MRP y el pulgar situado en los parietales sentirá perfectamente el Movimiento Respiratorio Primario en perfecta sincronización con el resto de los huesos que estamos palpando si esto es así los temporales en su fase de flexión harán una rotación externa con lo cual nuestro dedo índice se adelantará en sentido caudal y nuestro dedo medio retrocederá en sentido craneal el dedo anular y meñique en la fase de flexión se verán empujados en dirección a la camilla y los dedos pulgares también en la fase de flexión se verán empujados hacia fuera por la rotación externa de los huesos parietales en la fase de extensión realizará un el movimiento completamente contrario
De no ser así nos puede pasar que
A/ Los huesos que estamos palpando no realicen el movimiento de flexión extensión al unísono , por ejemplo mientras los temporales van hacia la rotación externa el occipital se queda en extensión y los parietales van hacia la flexión en este ejemplo podemos imaginar que el desajuste de movimiento pueda ser de cualquier otra manera pero que no realicen el movimiento entre sí de forma síncrona y organizada esto no quiere decir que los huesos tengan alguna limitación de movimiento pero sin que el movimiento que realizan entre sí no es el
correcto se trataría claramente de una desorganización tensional craneal con lo cual la maniobra que tendríamos que utilizar sería la de separación de los huesos entre sí realizándola de la siguiente manera
Los dedos índices y medios traerán el hueso temporal en sentido craneal y en dirección a nuestros codos los dedos anulares y meñiques se llevarán el hueso occipital en sentido caudal en dirección a los hombros del sujeto y los huesos parietales los separaríamos entre sí con nuestros dedos pulgares esta maniobra la realizaremos insistentemente durante 3, 4 min y una vez transcurrido este tiempo dejaremos de hacer esta intención de tracción para dejarlos en un movimiento libre. Esta maniobra la realizaremos también cuando nos encontremos con cualquier tipo de desorganización en el movimiento de estas articulaciones.
B/ podría darse el caso de que al realizar esta palpación cualquiera de estos huesos no tuviera un movimiento bien definido de ser así haríamos una normalización del hueso que éste en disfunción.
Raúl Guzman
No hay comentarios:
Publicar un comentario