En entradas previas, en este blog, ya hemos hablado de la meditación como algo muy beneficioso para la salud, tanto física como mental. Por ejemplo, en la entrada La meditación alivia dolores crónicos, entre otras cosas, hablamos de que investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard habían descubierto una posible explicación para el fenómeno de aliviar algunos síntomas en personas que sufren de dolores crónicos, gracias a la meditación. En otra entrada, hacíamos una recopilación de vídeos encontrados en YouTube sobre el tema de la meditación. Vídeo sobre la Meditación (Recopilación). Recomiendo fervorosamente su visionado.
Hoy ponemos una imagen que me ha mandado un amigo sobre algunos de los beneficios de la meditación. Con tan solo 3 minutos al día, ya se está influyendo sobre el campo magnético.
3 minutos: Afectan al campo electromagnético del cuerpo.
11 minutos: Cambian el sistema glandular.
31 minutos: Los fluídos del sistema glandular han llegado a todo el cuerpo.
62 minutos: Cambia la materia gris del cerebro.
150 minutos (2h y 1/2): Cambian las células y los tejidos del cuerpo y reconstruyen todo el sistema. La persona es reconstruída tal y como si hubiera estado en el útero.
Pero hay que dajar claro una cosa. ¿Qué es meditar?
Meditar puede adoptar muchas formas. Algunos lo tomarán como quedarse estático y no pensar en nada. Lo malo que para llegar a eso se necesitan muchas, muchas horas de práctica y no siempre es alcanzable. Hay que ir por pasos. Recuerdo una frase de un maestro de Kriya Yoga. Decía así:
Meditar no es algo que se haga. Es algo que ocurre en un profundo estado de concentración.
Y me encantó esa frase. Veía a adultos inmersos en un puzzle o haciendo una maqueta, en un profundo estado de concentración. En el que el resto del mundo desaparecía, sus propios pensamientos desaparecían. Se fusionaban con lo que estaban haciendo hasta llegar casi a la unidad entre el avión Boeing 747 a escala 1/350 y ellos mismos. Y como dice la propia definición del Yoga, es unión y armonía. Pero claro, eso no es suficiente para lo que estamos buscando, aunque sea un primer paso más que interesante.
Luego está el Yoga, una de las disciplinas más interesantes a la hora de buscar la verdadera meditación, la realización y la unión con lo divino, la naturaleza, el universo, el todo, como quieras llamarlo. En la entrada La auténtica finalidad del YOGA (Imagen), ponía un esquema de lo que realmente se busca al hacer Yoga. Peldaño a peldaño, en la mejora de la práctica, se puede encontrar ese estado meditativo necesario para cumplir los requisitos de autoregeneración del cuerpo. Algunas personas empiezan en Yoga y se encuentran con un grupo que está en pleno proceso avanzado. Estos se aburren o no lo entienden y dicen, "el Yoga no es para mi". El maestro debe percibir eso y apoyarle. Sobre todo aquí en occidente que no tenemos ni idea.
Existe un tipo de Yoga, que lo han llamado Yoga dinámico, Sakshin Ghatashta Yoga, que es algo más entretenido. Y lo que se persigue es a través del cuerpo y de sus movimientos, llegar a hacer una meditación en movimiento.
También otro tipo de meditación en movimiento es el giro derviche. También lo he practicado. Y también se plantea la búsqueda de la unión con lo divino, el cosmos, etc. Con el giro se plantea convertirse, gracias al movimiento de giro, en una especie de catalizador que gracias a la presencia se puede atraer lo divino a la tierra y viceversa. Con el giro, también los pensamientos van menguando dejando paso a la profundidad del ser.
Otra meditación en movimiento puede ser la que propone Osho, o el propio Tai-Chi.
Pero, para aclarar, resumir y facilitar al lector voy a poner lo que yo creo que es la base de todas ellas, y lo que creo que es la base de la meditación, de forma que no sólo se pueda hacer en un lugar apartado, en silencio, con velas, ni en ningún templo. Es tan sencillo como :
Hacer conscientemente lo que se hace.
Cuando comes, comes. Cuando andas, andas. Cuando hablas, hablas. Y cuando estás hablando, darte cuenta que sale voz de tu boca, sonido, sabiendo todo el proceso por el cual ese sonido ha salido, y se dispersa por el aire y que también llega a tus oídos. Percibir que en cada momento de tu estado consciente estás respirando, inspiras y expiras, y todos los procesos en los que la respiración interviene. Etcétera.
En la meditación traspersonal, se hace mucho hincapié en que somos el centro de observación de nosotros mismos. Observas lo que haces, al observarlo lo haces conscientemente. Observas lo que piensas, observas lo que sientes, observas lo que dices. Y no caer en la tentación de juzgarlo, o de cambiarlo. Simplemente observa. Y en algún momento te darás cuenta que estás observando al que observa. Y en ese momento te verás como observador y como observado. Y en ese momento tu conciencia habrá cambiado para siempre. Ya no eres uno o el otro, eres los dos.
Ála, a meditar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario