Continuación de El salto a la postura erecta: detonador de muchos problemas de salud. PARTE II: LAS CONSECUENCIAS CRANEALES DE LA NUEVA POSTURA.
El sistema cardiovascular.
Sufre una situación particularmente embarazosa, porque debe de acostumbrarse a mantener una circulación adecuada entre dos posiciones tan divergentes como las posiciones de acostado y de pie, complicado por el paso brusco de una a otra. Como ha declarado justamente Lendrum "Un hombre puede considerarse como un rascacielos errático que está acostado de lado justo hasta el momento en que suena su despertador, obligándole a ponerse bruscamente de pie."
El cerebro es el órgano más sensible a estos cambios, porque desgraciadamente ocupa el último piso de nuestro hipotético rascacielos, y es privado del aporte de sangre que necesita. Sin embargo, la circulación cerebral debe de mantenerse pese a la ausencia de válvulas en las gruesas venas de la cabeza. Superar este problema anatómico y mantener un aporte adecuado de sangre al cerebro es una constante en las pruebas, investigaciones y experiencias en el campo de la aeronáutica.
El retorno venoso a partir de los miembros inferiores, es considerablemente molesto por la tracción que ejerce la gravedad sobre las columnas venosas. Esta dificultad, no solamente es fuente de trabajo suplementario para el corazón, sino que predispone a las venas de los miembros inferiores a las incompetencias valvulares y parietales y por lo tanto, a las varices.
En la circulación portal nos encontramos circunstancias anatómicas similares que, a parte de estar desprovista de válvulas, pone en conexión dos sistemas capilares, lo que ofrece un terreno de elección para los fenómenos congestivos, como muestra la frecuencia de las varices en las venas hemorroidales.
La posición erecta interviene también en el desarrollo de edemas, ascitis, trastornos vasculares periféricos y otras enfermedades vasculares al margen de otros síndromes que forman parte de esta larga lista de enfermedades que Lendrum ha llamado justamente las enfermedades de la postura erecta.
Andrew Taylor Still da a la Osteopatía su principio de la ley de la arteria es absoluta, reconociendo que las circulaciones arterial, venosa y linfática han de ser eficaces y suficientes.
El sistema respiratorio.
Su examen revela que el drenaje del árbol bronquial se hace hacia arriba, contra la gravedad, y este drenaje depende de la acción de los cilios del epitelio respiratorio, de la tos, de la respiración profunda o de la acción muscular de los bronquiolos.
Los bípedos tienen, en relación con los cuadrúpedos, un ángulo costovertebral muy agudo. Para la misma despensa energética, la expansión torácica, y por tanto, la ventilación pulmonar es menor en el bípedo que en el cuadrúpedo.
Las sinusitis, de la misma manera, afectan a una proporción grande de la población, y están asociadas, sin duda, al hecho de que, en la posición de pie los senos nasales están colocados de tal forma que les es virtualmente imposible vaciarse por el efecto de la gravedad.
Cada seno necesita una posición diferente para vaciarse.En el abdomen la pared abdominal, sobre todo los cuadrantes inferiores, es uno de los puntos débiles de la postura erecta.
En los cuadrúpedos el peso del tubo digestivo y las otras vísceras abdominales está repartido a lo largo de toda la columna vertebral, por medio de sus uniones mesentéricas.
En el bípedo las visceras están literalmente colgadas del diafragma, que es una pared muscular, y la gravedad tiene tendencia a hacerlas
descender, hacia la cavidad pélvica, predisponiendo al organismo a estasis intestinal, estreñimiento, ptosis visceral, congestión venosa, y expone a las paredes abdominales inferiores a presiones tan severas que pueden originar hernias.La Osteopatía visceral soluciona las adherencias, los visceroespasmos, y las malposiciones de los óragnos y visceras, pudiendo aliviar trastornos como las estasis intestinal, la congestión venosa y otras patologías similares.
Conclusión.
Hemos visto que en el bípedo, los efectos de la gravedad sobre los sistemas orgánicos son amplificados de forma importante por la verticalidad. El hombre, por lo tanto, está sujeto a molestias que son nefastas para el cuadrúpedo y para las que no está preparado biológicamente. Estas molestias unidas a las producidas por el psiquismo tienen unas repercusiones sobre la salud que merecen toda nuestra atención.
Korr, Denslow y Thomas han demostrado que los desarreglos somáticos (lesión osteopática) con perturbaciones del Sistema nervioso autónomo serían la base de muchas enfermedades. El reconocimiento de las repercusiones específicas de la gravedad sobre los sistemas cardiovascular, linfático, cefalorraquídeo, pulmonar, gastrointestinal, y sobre todos los otros sistemas orgánicos, ha formado siempre parte integrante del pensamiento y de la práctica Osteopática.
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El salto a la postura erecta: detonador de muchos problemas de salud.
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